jueves, 14 de abril de 2011

Sociedad, cultura y lenguaje

LENGUAJE, LENGUA Y DISCURSO
"Una dura tenaza apretando, apretando... Desde que llegó ahí estaba. Salto en el banco cuando sintió la campana... Todos salieron al patio y entendió que él también tenía que salir. Tenía una gruesa rebanada de pan que le había puesto la mamá en la bolsita y alcanzó a sacarla antes de ir al patio. Caminaba apenas porque todo su ser temblaba alrededor de la tenaza instalada en el corazón. En un rincón, una nena que conocía de la iglesia estaba sola. Se acercó y vio que lloraba. Le pasó un pedazo de pan. Los ojos celestitos llenos de lágrimas lo miraron y vio la mano extendida aceptando.... Terminaron de comer callados la rebanada toda mojada en llanto. Había venido a la escuela con Pedro, el vecino que ya estaba en cuarto, y todo el tiempo trató de entender algo. La señorita hablaba muy rápido y apenas captó algunas cosas. De lo que cantaron cuando se levantaba la bandera, nada. Después un poco: el saludo y los gestos indicando donde sentarse en esa pieza llena de asientos. Cuando ya no podía mas, la maestra hizo salir a todos a la galería y los fue acomodando de los hombros, uno detrás del otro, mientras seguía y seguía diciendo palabras que rebotaban en sus ordos. Corrió todo el camino de vuelta, sin esperar a Pedro. La mamá ya estaba en la tranquera. ¡Oi, filhinho! ¿Como fuoi na escola hoje? ¿Voce gustou da senhorita? ..- Las palabras se fueron deslizando en sus oídos como si fueran de crema suave, de aceite tibio. Llegaron hasta la tenaza que apretaba el corazón y la aflojaron. Se abrazó a las piernas de la madre y el tibio aroma de pan que se desprendía del delantal terminó de soltar la opresión del pecho y por fin pudo respirar tranquilo".


Si partimos del LENGUAJE, esa posibilidad que tiene el ser humano, que le permite la entrada en la patria humana, patria socio – cultural por excelencia, podemos llegar, siguiendo la historia de un niño recién llegado al mundo, a visualizar la etapa de su desarrollo lingüístico concreto – desde los primeros pininos hasta que es hasta que es capaz de sostener una comunicación lingüística. Ese desarrollo se realiza en una lengua determinada, la LENGUA que aprende en su entorno: la lengua materna… creo que podemos ponernos de acuerdo, entonces, en que la facultad del LENGUAJE se concreta en el aprendizaje o en el desarrollo de una LENGUA, de una lengua histórica, de una lengua “con apellido”. Como le gusta decir a Coseriu… ese niño aprenderá el ESPAÑOL o INGLÉS o COREANO, según el espacio social que le haya tocado habitar.

Lo que a partir de aquí tenemos que tener muy claro es que nuestro niño, cuya historia lingüística estamos siguiendo, aprenderá muy probablemente lengua ESPAÑOLA, sí pero en la variedad o variedades con las que tenga contacto en el desarrollo de sus interacciones sociales. Y, antes aún debemos tener muy claro el concepto de complejidad de la LENGUA. La lengua no es homogénea, no es un sistema absolutamente consensuado y menos cuando se trata de una de una lengua sostenida por millones de hablantes de una comunidad lingüística desparramada en todo el mundo, donde los intereses y las luchas por los poderes de toda índole se disputan los dólares y la hegemonía de su variedad lingüística como la ¡mejor”, la “más deseable”, “la más culta”, la “más bella”, o, aunque más no sea la “más cheta, man, ¿la tenés? ¡Ok!”.. Y con esa lengua llega el niño a la escuela... Con esa lengua interviene en situaciones comunicativas (o apenas inter-viene según…) poniéndola en marcha en sus enunciados. Poniéndola a andar en el PROCESO DISCURSIVO.


Nuestro niño ¿Con qué lengua llegó a la escuela? ¿Con quién va a poder comunicarse en los primeros tiempo a partir de su ingreso? Por un lapso no muy bien determinado, estará en lo que Ana María Camblog denomina “situación de umbral”. Cuando la supere habrá entrado en los nuevos códigos: se hace fila para entrar y salir, la campana indica recreo, la pieza con asientos es el aula y allí se permanece mientras la señorita enseña, el asiento adjudicado es el que hay que ocupar siempre, cuando la maestra habla no hay que hablar con el compañero… de a poco las palabras se irán deslizando en sus oídos sin rispideces, comenzará a comprenderla y se podrá comunicar cada vez con mayor fluidez…

Con variantes, con diferencias en la distancia entre los códigos, casi todos nuestros alumnos tienen dificultades para desarrollar armónicamente su lenguaje…

Otra cuestión en la que todos estaremos de acuerdo es en que, cuanto más hagamos por desarrollar la lengua del chico, su proceso discursivo será más fluido y más adecuado. Cuando mejor se desarrolle su COMPETENCIA LINGÜÍSTICA, más adecuado será su desempeño en los roles de receptor y productos de discursos orales y escritos. El team es ése: desarrollar su competencia lingüística.

Desarrollarla hacia todos los ángulos, desarrollar TODA LA LENGUA… Y junto con ello, la consciencia lingüística: el saber lo de la complejidad, el estar advertido de los prejuicios y de los manejos del poder. El poder reírse de los ava-sallamientos, pero no desde la ingenuidad, sino desde el conocimiento. Y, digo “pichado” en esta circunstancia porque soy misionero, pero lo digo conscientemente, no porque me salió sino porque quiero comunicar a mi receptor; que está en contacto conmigo solidariamente y entiende mi intención, y no para que un porteño se ría de mi palabreja…

Es decir, desarrollar la competencia lingüística, pero también la metalingüística. Para eso sirve la gramática, entendiéndola como la descripción de ese constructo abstracto que es la lengua. Sirve para poder trabajar con estructuras modélicas y, a partir de ellas, tener herramientas que permitan analizar los ejemplos que se plasman en los diversos discursos materializados en todo tipo de textos. A partir de la posesión de las herramientas se puede ejercer la recepción crítica, la producción adecuada, el análisis de los discursos y de sus trampas…

Y debemos tener muy clara la responsabilidad de la institución escuela…

Sabemos que la competencia comunicativa se desarrolla en el mundo social, en el ancho mundo social que suele estar tan alejado de nuestras aulas. Cualquier sujeto que transite los escenarios de interacciones sociales diversas, habrá de desarrollar sus competencias comunicativas y lingüísticas: fatalmente los habrá de desarrollar.

Entonces, ¿cuál es la responsabilidad de la escuela? La responsabilidad de la escuela, enclavada en esta sociedad tan injusta y heterogénea, es asegurar que todos tengan la oportunidad de transitar esos lugares de interacción importantes y valiosos, aunque tenga que instaurarlos en espacios ficcionales creados adrede: siempre es posible provocar desde el chisme y la conversación, hasta la asamblea y el debate y la discusión e instalar escenarios para el ensayo de argumentaciones fundamentadas.

Resultará un lugar común decir que el lenguaje es el invento más importante ¿hecho por el hombre? En realidad, es más que esto, pues el lenguaje y la humanidad son desarrollos paralelos. Por lo tanto, no lleva a ningún lado discutir sobre la prioridad del uno o de la otra.

El lenguaje es un método exclusivamente humano, y no instintivo, de comunicar ideas, emociones y deseos por medio de un sistema de símbolos producidos de manera deliberada. Estos símbolos son ante todo auditivos, y son producidos por los llamados “órganos del habla”.

Coseriu hace una útil distinción entre LENGUAJE – LENGUA – DISCURSO y se expide acerca de los saberes que corresponden a cada uno de estos escalones.

Hay que distinguir tres escalones, tres niveles del saber lingüístico: saber elocucional, saber idiomático y saber expresivo (los nombres son en parte convencionales). Estos saberes se dan conjuntamente, en el hablar, en los discursos o sea, en los distintos actos lingüísticos y en las series conexas de actos lingüísticos.

Saber elocucional

¿Qué entiendo por saber elocucional? Entiendo que todos los hablantes en cualquier lengua, independientemente de la lengua, es decir, de la tradición especifica de su comunidad, poseen un saber hablar valedero para todas las lenguas porque se refiere a un conjunto de principios generales del pensar, también del pensar lingüístico, que se manifiesta en el lenguaje, que se refiere a un conocimiento general, humano, de las cosas; es decir, de la realidad extralingüística de la que se habla. Principios generales del pensar, por ejemplo... "Los cinco continentes son cuatro: ….??’Europa y África". No he cometido en realidad, ningún error de español, porque si quiero decir esto, tengo que decirlo así en español; es decir, si quiero justamente afirmar algo absurdo. Pero, evidentemente en esta expresión hay algo que no marcha: algo que quedaría igual en cualquier lengua. EI efecto particular de incoherencia que ofrece esa expresión, ese efecto se presentarla en cualquier lengua, porque en ninguna cinco es igual a cuatro y cuatro igual a tres. O sea, si hay aquí desviación, no se refiere a las normas de la lengua española o a las tradiciones propias de la lengua española, sino a algo que pertenece, que constituye fundamento del hablar en cualquier lengua.

Saber idiomático

Se ha dicho con frecuencia que en el mundo hispánico se habla mal, que se escribe mal. Américo Castro, en unos escritos celebres en su tiempo, ligados precisamente al problema de la enseñanza, señalaba que en España se escribía mal, que incluso profesores de Universidades escribían mal, que las facultades de Letras eran facultades ágrafas, incapaces de escribir, pero Américo Castro no identificaba exactamente el nivel de este escribir mal, que por cierto no era y no es en la mayor parte de los casos un nivel idiomático.

En algunos casos puede serlo, pero en general, este escribir mal, este expresarse mal del mundo hispánico se refiere a este plano del saber elocucional, es decir, del saber hablar con coherencia, saber hablar de manera congruente.

Cito algunos ejemplos de incongruencia para que se vean que se trata de errores 0 deviaciones elocucionales, no de errores en una lengua en particular. En un periódico leo como titular "Confundiéndolo con un ladrón, fue repelido a balazos". Evidentemente aquí se trata de una incoherencia; lo que el hablante, 0 quien escribe, quiere decir es: "Porque fue confundido con un ladrón, alguien fue repelido a balazos", y no que la misma persona que confundía a otra con un ladrón fuera repelida a balazos. También de un periódico: "Un rancho fue el escenario del crimen y ocurrió hace tres meses". Se tendría la impresión, a pesar de que se entiende, que no puede ser así, que el rancho ocurrió hace tres meses. Se dirá: pero esto es una norma de la lengua española, no puede presentarse de una conjunción copulativa en tales casos diferentes que no se encuentra en el mismo nivel.

Esta norma, en realidad es una norma elocucional: en ninguna lengua podría presentarse esta identificación, independientemente del procedimiento idiomático con el que se exprese...

EI saber elocucional también se refiere a aquel otro fundamento del hablar, que es el conocimiento general de las cosas que se manifiesta tanto en lo que se dice yen como se dice como en lo que no se dice y en como no se dice. Para todos nosotros el sol es una referencia enteramente determinada y no preguntamos cual solo que sol. No preguntamos, porque en nuestro concepto natural, en el mundo natural que conocemos, hay un solo sol; si hubiera más de uno, entonces tendríamos que preguntar de cual de ellos se esta hablando, de suerte que el sustantivo, en realidad sustantivo común, adquiere el valor de designación única (no es un nombre propio, pero es designación única, porque se refiere a una cosa en el universo conocido) y entonces las expresiones "¿cuál sol?" o "¿qué sol?", que son sin duda posibles, se interpretan de modo automático, de manera distinta que "¿cuál árbol?" o "¿qué árbol?". Si digo , "¿cuál sol?" o "¿qué sol?", entonces entiendo de qué sol me esta hablando usted, si esta todo nublado y no hay ningún sol, no se ve ningún sol. Si en cambio pregunto "¿qué árbol?" entonces pregunto a cual de los arboles eventualmente presentes se refiere el hablante. Las expresiones adquieren sentido diferente precisamente del conocimiento que tenemos de las cosas. (...)

En el nivel del saber idiomático, tenemos todo aquello que constituye una regla, función propia de una lengua, y donde la desviación es una incorrección en esta lengua, puede perfectamente no serlo en otra lengua. Todas las interferencias lingüísticas, en hablantes bilingües, son de este tipo, es decir, emplean en una lengua, reglas de otra lengua.

Saber expresivo

Por saber expresivo entiendo aquel saber que es propio del nivel del texto, del nivel del discurso, ya dentro de una lengua determinada. EI saber estructurar discursos, el saber hablar en situaciones determinadas de acuerdo con los ti pos de factores de la situación en que se habla, con la persona o las personas a las que se habla, de acuerdo con las cosas de las que se habla y con las circunstancias en que se habla. En este caso, las desviaciones de la realización normal de este saber, constituyen lo inapropiado, sin constituir incorrecciones idiomáticas. Por ejemplo, si le digo a alguien: "me he enterado de que tu viejo tiene cáncer y que pronto va a estirar la pata", esto no tiene ninguna incorrección de lengua española; contiene una incorrección social o ético-social, es decir, no suele hablarse así y no cabe hablar así de la enfermedad del padre de un amigo o de una persona a la que se estima; se dirá, por ejemplo: me he enterado de que tu padre no está muy bien de salud". (...)


Diferencia entre lo coherente, lo correcto y lo apropiado

A estos tres saberes corresponden tres tipos de juicio, el saber ilocutivo lo consideramos como coherente o incoherente o congruente con estos principios del pensar o con el conocimiento general de las cosas. EI saber idiomático, lo conside-ramos mediante el juicio de conformidad de lo correcto. Si lo realizado se presenta en cuanto conforme con el saber idiomático, decimos que lo expresado está bien en el sentido de lo correcto. Para saber expresivo, tenemos desde la antigüedad, desde Aristóteles en su Retorica..., el juicio de lo apropiado. También los contenidos implicados en estos saberes son diferentes aunque se den simultáneamente. EI saber elocucional concierne al contenido de referencia a lo extralingüístico, al contenido que llamaremos designación. EI saber idiomático se refiere a un contenido dado en este idioma, es decir, a una organización particular de la designación, organización propia de este idioma... ...el contenido propio de un texto, el contenido al cual se refiere el saber expresivo es el contenido al cual llamaremos sentido, es decir aquello que se dice y se entiende mas allá del significado y la designación, en cuanto actitud del hablante, intención del hablante, manera de presentar las cosas propia del hablante...


Coseriu, Eugenio: "Acerca del sentido de la enseñanza de la lengua y la Literatura" (fragmento), Aetas Simposios sobre Innovación en la enseñanza de la lengua y la literatura, 1987, Madrid, Min. De Educación y Ciencia


COMPETENCIAS


(...) este enfoque comunicativo de la enseñanza de las lenguas y de la literatura subraya como objetivo esencial de la educación lingüística y literaria la mejora de la competencia comunicativa de los alumnos ...es decir, de su capacidad para comprender y producir enunciados adecuados a intenciones diversas de comunicación en contextos comunicativos heterogéneos ... si estamos de acuerdo en concebir los objetivos de la enseñanza de las lenguas en términos de capacidades expresivas y comprensivas que los alumnos y las alumnas han de adquirir ... entonces habrá que saber cuáles son en concreto esas capacidades que hemos de fomentar entre el alumnado con el fin de contribuir de una manera apropiada al desarrollo de su competencia comunicativa ...

A juicio de Canale, Swain y Hymes, la adquisición de la competencia comunicativa se alcanza cuando se usan de forma apropiada un conjunto de conocimientos, destrezas y normas que son esenciales para comportarse comunicativamente no sólo de una manera correcta sino también, y sobre todo, adecuada a las características del contexto y de la situación en que tiene lugar el intercambio comunicativo. O sea, cuando se posee:

a) una competencia lingüística, entendida como capacidad para hablar una lengua y a la vez como conocimiento de la gramática de esa lengua: el dominio de esa competencia favorece la corrección expresiva de los enunciados lingüísticos;

b) una competencia sociolingüística, referida al conocimiento de las normas socioculturales que condicionan el comportamiento comunicativo de los diferentes ámbitos del uso lingüístico. La competencia sociolingüística está asociada a la capacidad de adecuación de las personas a las características del contexto y de la situación de comunicación;

c) una competencia discursiva o textual, relativa a conocimientos y habilidades que se precisan para poder comprender y producir diversos tipos de textos con cohesión y coherencia;

d) una competencia estratégica, que se refiere al conjunto de recursos que podemos utilizar para reparar diversos problemas que se pueden producir en el intercambio comunicativo (desde los malentendidos hasta un deficiente conocimiento del código) y cuya finalidad es hacer posible la negociación del significado entre los interlocutores.

e) una competencia enciclopédica o cultural que es el conjunto de saberes científicos y cotidianos, convenciones sociales, creencias, valores, ideologías.

Quizá fuera adecuado añadir a estas competencias otros dos tipos específicos de competencias que, aunque cabe incluirlos en el ámbito de la competencia textual o discursiva, tienen una especial significación pedagógica: la competencia literaria (que incluye los conocimientos, las habilidades y los hábitos que hacen posible el uso y disfrute de los textos literarios) y la competencia semiológica (que incluye los conocimientos, las habilidades y las actitudes que favorecen una interpretación crítica de los usos y formas de los medios de comunicación de masas y de la publicidad).

El hombre no preexiste al lenguaje...Nunca topamos con ese estado en que el hombre es-taría separado del lenguaje, y elaboraría este último para “expresar” lo que pasa en su in-terior: es el lenguaje el que enseña cómo definir al hombre, y no al contrario. Roland Barthes

¿Qué es el lenguaje? ¿Cómo lo aprendemos?

Cada sujeto (tú, tu tía, tu vecino, el jefe...) conforma, va armando su trama lingüística (su lenguaje) y se conforma en ella, con lo que aprende en el transcurso de su vida de interrelación social:

• aprende lengua en su casa, en la calle, en la escuela, con sus familiares, sus pares, sus maestros, sus interlocutores ocasionales....

• aprende lengua en su contacto con los medios masivos de comunicación (radio, diario, televisión...), sigue aprendiendo cuando, ya alfabetizado, lee todo tipo de textos. Y la aprende en forma de saludos, modos de interrogar, contestar y argumentar, aprende los tonos y las construcciones y el léxico de su comunidad cultural, junto con los gestos y la mímica y las distancias que su grupo le hace vivir. Su posibilidad de comunicarse, pues, deviene de los CONTEXTOS DE INTERACCIÓN que fueron escenarios de su historia social.

EL LENGUAJE

El lenguaje es el sistema por el cual el ser humano se comunica con los otros. Surge con la socie-dad, es decir que es la condición por la cual el hombre pudo ser un ser social y a la vez conse-cuencia del agrupamiento humano en sociedad... Es por el lenguaje que el hombre se integra en la sociedad en la cual crece y ese lenguaje lo conforma y lo hace partícipe de la cultura sostenida por esa sociedad y contenida en el lenguaje de ese grupo humano.

El lenguaje hace posible que la cultura de una sociedad se transmita de generación en generación y, por lo tanto, sea un proceso continuo (imaginémonos si no fuera así: cada generación tendría que empezar todo de nuevo...). “es la condición por la cual el hombre pudo ser un ser social y a la vez consecuencia del agrupamiento humano en sociedad”.

Pensemos cómo explicarlo: ¿ por qué condición?, porque no puede mantenerse un grupo si no es posible la comunicación entre sus integrantes y el lenguaje es el medio de comunicación del hombre... ¿ por qué consecuencia? justamente, porque al formarse el grupo se necesitó un medio de comunicación, y ese medio fue el lenguaje. Es decir que la sociedad, el lenguaje y el ser humano como tal, surgieron simultáneamente, al mismo tiempo.

Pensamos con el lenguaje que tenemos y, en consecuencia, actuamos según él. Sin darnos cuenta, entendemos el mundo de acuerdo con el lenguaje que aprendimos: hasta separamos los colores según como nuestro lenguaje haya dividido la escala cromática: el español tiene verde, azul, gris...otros idiomas tienen un sólo nombre para estos tres colores nuestros y el que habla ese idioma está acostumbrado a meterlos en el casillero de un solo color...

Nosotros decimos blanco allí donde el esquimal nombra- y por lo tanto discrimina- alrededor de veinte colores ¿qué tal?... Nosotros, a lo sumo, cuando vemos que la remera blanca ya no está “tan” blanca, pensamos que está mal lavada ¿no?, no le atribuimos otro color.

Y esto, que parece tan sencillo, es lo que hace que los seres humanos sean diferentes, piensen de distinta manera, tengan ideas tan opuestas a veces... Si aprendemos un lenguaje donde lo negro es feo y lo blanco lindo ¿cómo pensaremos después? Solamente con una reflexión muy profunda podremos cambiar algunas ideas que están grabadas en nosotros muy fuertemente.

Es decir que vamos entendiendo el mundo, nuestra realidad y aprendiendo el lenguaje al mismo tiempo.

Veamos: el ser humano nace en un grupo social determinado. Ese grupo tiene un lenguaje, se comunica con él y el niño recién nacido, si crece allí, lo habrá de aprender inexorablemente.

Junto con el lenguaje, aprenderá la cultura, la forma de vida de su sociedad y la aprenderá, básicamente, a través del lenguaje.

La lengua es un CÓDIGO, es decir un sistema de elementos que tienen una función determinada, elementos que conocen los que manejan ese código: supongamos que estamos jugando al truco, conocemos las señas para entendernos con nuestro compañero. Pero también podemos quedar de acuerdo con él en cambiarlas para que no nos descubran. Decidir que una tos es el as de es-padas, por ejemplo, y con ello estamos inventando un código particular... ¿Conoce algún otro código? Uno muy sencillo es el semáforo, en el que cada color de luz tiene una función determinada, indica una orden diferente, significa algo distinto: verde: ¡adelante! amarillo: cuidado rojo: ¡pare!

Está el código morse que es el que permite la transmisión telegráfica, el de la escritura Braille que utilizan los ciegos para leer y escribir, el de las banderas usado en el mar y en los aeropuertos, también se inventaron códigos secretos durante la guerra... Muchas veces nos encontramos con juegos de ingenio en diarios, en revistas y en la televisión, que justamente se basan en la posibilidad que tenemos de decodificar recurriendo a lo que sabemos del lenguaje escrito, de los números, de los signos matemáticos, musicales, etc.. ¿Vemos algunos de esos mensajes “en clave”, es decir con códigos que hay que adivinar? En éste se utilizaron notas musicales = música, el signo igual (=) que se traduce como “es” y el dibujo de un tridente por lo que decodificamos MÚSICA ESTRIDENTE.

Este otro juega con la ubicación de las sílabas: la sílaba “vir” está sobre la sílaba “vi”, entonces podemos leer “SOBREVIVIR”. VIR VI

Pero estos mensajes están armados especialmente, salimos de la rutina cuando queremos decodificarlos. Todo lo contrario sucede con numerosísimos códigos culturales que se incorporan en nosotros temprana y constantemente, de modo tal que no somos muy conscientes de que son aprendidos. Son parte de nuestra rutina y creemos que son naturales, que en todos lados es igual.

Cuando los pueblos con ansias de poder invaden otros pueblos y se imponen por la fuerza, también quieren imponer sus costumbres, su cultura y, sobre todo, su lengua...Ocurre que todas las pautas culturales de una sociedad están contenidas en su lenguaje, que es el código más completo, y si lo pueden hacer olvidar la dominación en mucho más profunda... Entonces, una lengua es un código que conocen los que la saben y se comunican con ella, pero, por supuesto ¡muchísimo más completo, complejo, rico e importante que las señas del truco! Además, para cambiar sus elementos, no es suficiente que se pongan de acuerdo entre dos per-sonas: una lengua cambia, pero a través de su historia, mucho más lentamente y por la suma de muchas circunstancias. Esa lengua que identifica a una COMUNIDAD LINGÜÍSTICA, siempre tiene un nombre: lengua española, lengua portuguesa, lengua guaraní, lengua inglesa... Nosotros pertenecemos a la comunidad lingüística que habla la lengua española (también la so-lemos llamar castellana), código muy amplio, muy extenso, con muchas variedades y que es utilizado por millones y millones de personas. Estamos hablando del código común, del general, que es la suma de todo lo que esa comunidad utiliza. Es, como todas las lenguas, social y pertenece a toda la sociedad que se identifica a sí misma como hablante del español.. Los integrantes de una comunidad lingüística saben su lengua: la entienden y se hacen entender en ella. Pero no saben toda la lengua. La saben hasta cierto punto. Es decir, tienen cierta competencia lingüística. Tienen su propia habla, que es individual, lo que cada uno posee. El habla es individual porque cada uno la aprende en su historia individual, vive sus propias interac-ciones y en ellas la va aprendiendo, no puede tener una ajena porque no vive la vida de los otros...

No hay lenguas mejores ni peores, así como no hay culturas mejores o peores. Son DIFERENTES y cada cual está bien donde está... En el mismo sentido podemos decir que cada uno tiene el habla que necesita allí donde ha desarrollado habitualmente su vida. Lo que le puede ocurrir a una persona, es que, cuando comienza a convivir con grupos sociales diferentes del pequeño grupo con el que vivió primero, se dé cuenta de que algunas cosas que dice “no quedan bien” o de que le hacen falta más elementos para comunicarse. Por ejemplo si trabaja en un lugar donde se requiere hablar de determinada manera para atender a clientes o para explicar a la gente cómo se hacen algunos trámites... Lo más importante es eso: darnos cuenta de cuál es nuestra habla, dónde está bien usada y qué más necesitamos aprender para comunicarnos y desempeñarnos con comodidad en todos lados. Con esa competencia lingüística, con lo que cada uno sabe de su lengua (y se va aprendiendo todo junto: palabras, combinaciones, modos de pronunciar, cómo entonar...), con todo ese avío, la persona entra en comunicación con otras personas, se comunica con los otros...

La LENGUA es el sistema, es decir, el conjunto de elementos que saben todos los que pueden comunicarse en un idioma determinado. Comprende el léxico de esa lengua, es decir , las palabras y sus significados: casa bosque azul hacia correr...; Los mecanismos morfosintácticos, que son las maneras como esas palabras se combinan y se colocan para ir armando los mensajes Corríamos hacia la casa azul del bosque... Fíjese cómo combinamos las palabras y modificamos la morfología del verbo correr para adecuarla a un nosotros que está tácito, ausente, presupuesto... Pensemos... si tenemos el diccionario de un idioma determinado, ¿sólo con su ayuda vamos a “hablar” en ese idioma? ¿Verdad que no?: necesitaremos saber cómo se pronuncian las palabras (la fonética de esa lengua) y cómo se realizan las combinaciones, necesitaremos saber sus modismos, la manera como se entona al ir comunicándose... Son muchas las cuestiones que debemos aprender para decir que “sabemos” una lengua.

Ahora bien, si sabemos una lengua, somos capaces de “ponerla en marcha”, es decir que podemos armar DISCURSOS con ella. Toda vez que nosotros nos comunicamos lingüísticamente, lo hacemos por medio de discursos. No empleamos los elementos sueltos de la lengua, los combinamos en un proceso que llamaremos discursivo. ¡Ojo!, No confundamos aquí la palabra discurso con su acepción de discurso político o patriótico o de alabanza-...No. Aquí estamos usando discurso como la lengua “echada a andar”.

Reflexionemos: Nosotros tenemos en la mente el sistema de la lengua, y ya vimos que cada uno tiene una deter-minada “competencia”, es decir que sabe su lengua hasta cierto punto... Cuando hablamos, cuando conversamos, cuando hacemos un pedido, cuando explicamos algo, cuando escribimos una carta o las respuestas de un examen ponemos en funcionamiento todo lo que sabemos y elaboramos un discurso. Y como hay discursos para todas las ocasiones, podemos hablar de GÉNEROS DISCURSIVOS: una conversación, una poesía, un aviso del diario, una oración religiosa, un diálogo teatral, una conferencia...todo se produce en procesos que tienen ciertas normas que nos hacen reconocer ante qué clase de discurso estamos. Difícilmente confundiremos un cuento con una crónica policial, porque ambos tienen elementos que nos permiten diferenciarlos.

UN ADELANTITO

Aquí también podemos hablar de TEXTOS, que son la concreción de esos procesos discursivos, pero no nos apresuremos, ya vamos a volver sobre este tema... Entonces, DISCURSO es sistema en proceso, es decir como la lengua que empieza a moverse desde que decimos “yo...”, nos apropiamos de sus mecanismos y construimos los mil modos que tenemos de expresarnos, fantasear, retar o mimar o enojarnos, rogar, inventar, mentir o decir la verdad, explicar, prometer, y TODO,TODO lo que el ser humano es capaz de hacer con su más complejo sistema de comunicación que es la LENGUA cuando la pone en DISCURSO.

Hagamos un listado tentativo de actividades o lugares o textos donde se desenvuelven distintos discursos; en los que participamos como oyentes o como hablantes, como lectores o como escri-tores:

◆ conversaciones (de todo tipo: familiares, amorosas, amistosas o laborales, las que tenemos circunstancialmente...)

◆ explicaciones de docentes,

◆ charlas de radio de temas variadísimos (deporte, política, medicina, astrología, etc.),

◆ noticieros de radio y T.V. donde se escucha y se ve a políticos, científicos, gente común, artis-tas,

◆ avisos publicitarios con gente que desea “vendernos” algo y para ello intenta convencernos de las bondades del producto (por radio, televisión, revistas, diarios, personalmente...),

◆ oraciones , sermones en el ámbito religioso,

◆ radionovelas y telenovelas,

◆ recetas, instrucciones para usar un aparato, prospectos de remedios,

◆ cuentos, novelas, poesías,

◆ cartas, notas, esquelitas, invitaciones, boletas, planillas,

◆ historietas,

◆ noticias, crónicas, entrevistas, propagandas...

Y en todo lo que acabamos de nombrar, se desarrolla el proceso discursivo...la lengua se pone en marcha en discursos de todo tipo : prácticos como sería una receta, políticos, educativos, religio-sos, literarios como la poesía... veamos algunos discursos que provienen de distintos ámbitos. Nos daremos cuenta de que tienen vocabulario , modos de armar las frases, temas diferentes: Este, por ejemplo, es un discurso pedagógico:

PARA UNA DIDÁCTICA DE LA LENGUA ESCRITA

El abordaje de la alfabetización supone para el maestro y la institución el más alto compromiso intelectual porque desde siempre la sociedad le delegó a la escuela el deber de enseñar a “leer y escribir” y la entrada en el código escrito supone para el sujeto la entrada en un mundo mucho más amplio, sin límites...

Este otro, un discurso de las ciencias biológicas:

La célula es la unidad estructural, funcional y de origen de todo ser vivo, porque todo ser vivo se origina en una célula, está constituido por células y en ellas se producen las principales funciones vitales.

Y, ¿Este?

¡CONCIUDADANOS! Nuestro partido no viene a prometer nada. Viene a describir lo que cree que es necesario que ocurra en este país que ha llegado a los límites de la paciencia de todos los que honradamente hemos trabajado toda la vida y no podemos ver nunca el resultado de nuestros esfuerzos.

Si todos los seres humanos cada vez que intentáramos ponernos en comunicación pudiésemos hacerlo sin interferencias ¡sería todo tan fácil!. Pero no es así, la comunicación suele estar llena de ruidos, de interrupciones, de malentendidos... En primer lugar debemos aclarar que el esquema de comunicación que aprendimos hasta aquí es una simplificación de lo que ocurre en toda situación real, que sirve para comenzar a analizar los elementos que intervienen en las situaciones de interacción.

La comunicación no siempre es tan lineal, ni tan transparente, ni tan lograda... No es tan lineal: pensemos en cualquier hecho en el cual hayamos participado hoy mismo: cuando entramos en comunicación cara a cara, no lo hacemos sólo con el lenguaje verbal, con las palabras. Ponemos en juego una serie de códigos constituidos por gestos, expresiones de la cara, movimientos del cuerpo, nos acercamos o alejamos de la persona, si tenemos oportunidad señalamos objetos, cosas, dibujamos algo muchas veces para aclarar más las cosas... Es decir, no sólo el lenguaje que hablamos comunica. Seguramente tenemos un conocido del que decimos “fulano no necesita hablar, lo dice todo con la cara” o vimos alguna película muda de Chaplin con la que nos reímos y que entendimos perfectamente sin necesidad de palabras. Es decir que la lengua es sólo uno de los códigos que empleamos, acompañados por los otros que pueden apoyar lo que decimos, pero también pueden contradecir lo expresado. Pensemos en las veces que movemos la cabeza en un no mientras pronunciamos sí. Esas contradicciones también pueden darse por el tono que empleamos, sobre todo cuando manejamos la ironía: por eso decimos “ni tan transparente”... ¡Es tan buenita mi jefa...! Los ruidos o interferencias se pueden instalar en cualquier parte, en cualquier elemento de la situación comunicativa: en el canal mismo, por ejemplo. Si la comunicación es telefónica, ocurre con mucha frecuencia, pero también en presencia, cuando los interlocutores están todos en un mismo lugar, el sonido no siempre llega bien... Los problemas pueden estar originados en cuestiones personales de los interlocutores como mal oído o voz muy baja...

En relación con este tema hay un relato tradicional muy conocido, el de los sordos, del que ofre-cemos una versión un poco más adelante... Pero la mayoría de las veces las interferencias están instaladas en el código. Y sabemos que si es problema de código, es complejo, pues vimos que pensamiento y lenguaje van muy juntos...no sabemos nombrar lo que no conocemos. Y no entendemos muchas veces lo que nos dicen, porque no sabemos de qué se trata. En definitiva, una de las cosas que más dificultan la comunicación, es la complejidad del código: una lengua nunca es homogénea, pareja : tiene muchas variedades en los distintos lugares donde se la habla, en los distintos grupos sociales, en los diferentes ámbitos... Con este tema que desarrollaremos a continuación, y que es VARIEDADES DE LENGUA.





ME. Desafíos. Lengua. EGB 3 y Polimodal. Posadas. SiPTeD

No hay comentarios:

Publicar un comentario